miércoles, 27 de marzo de 2013

Muebles clásicos

Son algunos de los muebles que han marcado las pautas del diseño industrial de mobiliario y las bases de los diseños actuales. Ideados hace más de medio siglo, el tiempo no pasa por ellos, continúan vigentes y llenan las páginas de las revistas de muebles. ¿Sus méritos para mantenerse en la sociedad de lo efímero? Sus excelentes diseños: cómodos, funcionales y atractivos.



Chaise Longue B306 (Reeditada actualmente por Cassina)
Le Corbusier no sólo ha sido uno de los más grandes arquitectos de todos los tiempos, también es referencia obligada de los diseñadores de mobiliario industrial. Su estudio (en el que también participaban Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand) diseñó algunos de los muebles básicos para entender el mobiliario contemporáneo. El más destacado de ellos fue la Chaise Longue B306, diseñada en 1928 para ser producida por Thonet, que supuso un punto y aparte en el concepto del diseño de mobiliario por su comodidad, fabricación, materiales e innovación tecnológica.



Sillón Barcelona (Knoll, 1929)
Creada para la exposición universal de 1929, el sillón Barcelona propone la estructura en X, toda una innovación que la ha hecho pasar a la historia. Mies van der Rohe incorporó en su mobiliario la alta tecnología y la belleza, dentro de un refinado estilo. Tres cuartos de siglo más tarde, las sillas tubulares creadas en los años veinte junto a Marcel Breuer siguen siendo populares.

Mies fue también líder en el desarrollo del diseño de mobiliario industrial, donde desarrolló siempre nuevas ideas con espíritu de continua renovación, todo ello a pesar de que sólo diseñó muebles durante un corto período de tiempo (1927-1932).

Sillón 41 (Herman Miller y Artek, 1931)
Este diseño, realizado por el finlandés Alvar Aalto supuso un cambio de formas y de concepción en el diseño de mobiliario, revolucionando no sólo la estética, sino también la tecnología. Aalto, además de diseñar mobiliario, era un famoso arquitecto finlandés y un reconocido diseñador de cristal y lámparas. Desarrolló toda una serie de sillones en este estilo, pero el número 41 supuso la introducción del proceso que le hizo famoso: la lámina curvada de madera de abedul.

Silla Mariposa o BKF (Knoll, 1938)
Diseñada por el argentino Jorge Ferrari-Hardoy junto a sus colaboradores Antonio Bonet y Juan Kurchan, impone un cambio desde el mismo momento de su concepción. El peso recae sobre una leve estructura de acero y el cuerpo de la silla se basa en una pieza de cuero. Ferrari-Hardoy tomó muchas de sus ideas de su estancia en el gabinete de Le Corbusier en París y realizó en la cumbre de su carrera esta silla, una de las más copiadas con el transcurso de los años.

Mesa Noguchi (Herman Miller, 1941)
Isamu Noguchi condujo a las mesas al diseño contemporáneo en 1944. Ese año, la aparición de la mesa de café Noguchi marcó un cambio en el estilo del mobiliario. Esta mesa baja sólo tiene dos componentes: madera y cristal. Es una declaración de intenciones: nada que esconder pero mucho que mostrar. Noguchi solía decir: “Todo es escultura”. Eso es la mesa de café. Una pequeña base en dos piezas cruzadas sostiene una forma redondeada de cristal que hace de tablero. Una idea original para una mesa revolucionaria.

Sillas DCW (Vitra y Herman Miller, 1946)
Los norteamericanos Charles y Ray Eames (también famosos por su Ottoman Lounge Chair) dieron una nueva visión al sistema de producción de muebles industriales. Cómodos, duraderos, rápidos de producir y, a partir de su silla de madera contrachapada, baratos. El modelo DCW es de una simpleza que conquista, y más cuando se ha usado alguna vez. Al mirar las actuales sillas de oficina se aprecia sin duda su influencia. No le sobra nada, pero por supuesto, tampoco le falta.

Silla Hormiga (Fritz Hansen, 1952)
Arne Jakobsen era, además de diseñador de muebles, fabricante y arquitecto. Todo ello se aprecia en las líneas de su silla hormiga. Economiza recursos dando la mayor comodidad y el mejor diseño con el menor número de elementos (tres patas, asiento y respaldo). Sobre las nueve capas de madera, dos capas de algodón hacen que el descanso sea completo. Fue tal su éxito que se realizaron varias series distintas a pesar de su elevado precio.

Silla Apilable Panton Classic (Vitra, 1959)
La década de los cincuenta se cerraba con una nueva idea en el mobiliario. Verner Panton había descubierto un nuevo sistema de almacenamiento de sillas en poco espacio. Es seguro que este danés tiene otros diseños más atractivos (la silla corazón, por ejemplo), pero es imposible que nadie encuentre una silla más útil. Su estructura y su material (plástico inyectado) hacen que puedan apilarse múltiples sillas, una encima de la otra, ocupando el lugar de una sola. Con sus ideas se cierra un ciclo, introduciendo nuevos materiales y tecnologías que cambiarían el mundo del diseño industrial de mobiliario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario